
Imagen: Bah Shing Ze, la ciudad de las murallas. Vista panoramica desde el valle de Erthul.
El diario del viajero -Llanura de Linn, 8 de septiembre del 923 P.G.
Con el sol ascendiendo detrás de la ciudad, los siete compañeros, y sus dos acompañantes estaban partiendo en rumbo suroeste, hacia la selva de Khor, a medio camino de las Montañas Heladas.
Eran nueve en total, los monjes del templo del dragón de la oscuridad, Li y su Si Fu Shenay; los viajeros de Anrhor, Zelkova y su protectora Asta; desde Germania el capitán Ludovic Borbon; del reino de los bosques occidentales, Erstin Ho, la alta humana de Tirling, de Shuan El mercenario Sanada Yukimura, y por ultimo, la princesa germana de Windam, Mirielle, y su guarda espaldas, Phantas-moon. Durante algunos días los jóvenes avanzaron a buen paso por las llanuras occidentales de Shuan, sin mayores problemas. Despertando temprano con la salida del sol, y caminando hasta el mediodía. Hacían luego una pequeña pausa para comer algo, contar algunas historias y trazar planes y suposiciones sobre lo que habían visto y oído, y sobre lo que les esperaba mas adelante en el camino. Al terminar, reanudaban la marcha casi hasta el anochecer, luego cenaban, y se iban a dormir temprano, sabiendo que al día siguiente les esperaba la misma marcha. De entre todos, Li era quien parecía más preocupado por el lento avance de la comitiva. Era sabido que en esta época del año, los vientos monzones podían comenzar a soplar con extrema rapidez, inundando totalmente los caminos y campos en cuestión de un par de horas.
La perspectiva de una tormenta súbita inquietaba al joven monje, pero afortunadamente para el, eso no ocurrió, y en menos de cinco días llegaron a la frontera oriental de la espesa selva de Khor, casi en las márgenes de Shuan, la que seria su primer gran obstáculo.
"Bien, eh aquí la primera decisión que debemos tomar. Podemos adentrarnos en la selva, lo cual nos acortaría varios días de camino, o podemos rodearla y tratar de cruzar por los territorios inexplorados, que aunque nos lleve mas tiempo, quizás sea menos peligroso."- comento Li, poniendo énfasis en su comentario, para que todos tomaran en cuenta la importancia de la decisión. Los territorios inexplorados eran justamente eso, zonas no civilizadas y totalmente desconocidas en donde los hombres no se atrevían a plantar bandera, ya que todos aquellos que lo hacían no volvían a ser vistos jamás. Si bien parecía que tomar el rumbo de la selva era lo lógico, las historias de bardos y viajeros sobre las bestias y otras criaturas malignas que pululaban por aquella selva eran bastante famosas, incluso fuera de Shuan. La tercera opción, consistía en atravesar las estepas heladas del norte, y desde luego que en esta época del año, aquello era directamente un suicidio, por lo que Li ni se molesto en nombrarla entre sus opciones, y nadie critico su juicio.
-"Opino que atravesemos la jungla" afirmo confiado como siempre Ludovic. El valiente capitán se las había visto en varias oportunidades con las hordas del inframundo, y no le temía a unas cuantas bestias sedientas de sangre. "Después de todo nos ahorraremos varios días de viaje, y teniendo en cuenta que estamos persiguiendo a esos dos ladrones a pie, no podemos aceptar ningún retraso". "Cierto"- se sumo a su opinión Erstin, "ya nos llevan suficiente ventaja, no podemos darles aun mas"-.
“No nos precipitemos, una decisión equivocada puede arruinar nuestra campaña, incluso antes que esta de comienzo”- intento interceder Shenay.
-“La monje habla con verdad. Esta selva esta infestada de peligros, y atravesarla probablemente no sea mas rápido que rodearla. En su corazón se halla el árbol de Gine, fuente de una gran energía Zen, y se dice que todas las criaturas mágicas son atraídas por este. Además, no olviden que quizás cruzar el ambiente selvático pueda no ser muy difícil para guerreros y mercenarios entrenados para el combate, pero si lo es para la joven que viene con nosotros.”- finalizo Asta, quien se había mantenido expectante de la situación. Miró a Phantas-moon y a la joven Mirielle con su amabilidad y cortesía características, y a la vez buscando algo de ayuda de parte de la guardiana, que inclinara la balanza de la decisión.
“Si yo soy la causa del problema, por mi no han de temer. Aunque no soy una angel entrenada como ustedes, no me dejaran atrás cuando se trata de actividades físicas, soy mucho mas rápida, ágil y resistente de lo que parezco a simple vista. El capitán Borbon puede dar fe de ello”- comento Mirielle con una sonrisa, la cual debió ocultar al ver el rostro de reproche de Ludovic.
Las opiniones estaban divididas, pero finalmente lograron un consenso. La presencia de Phantas-moon ayudo bastante en ese aspecto, ya que todos se sentían mas seguros si ella viajaba con el grupo.
Li considero entonces que había hecho bien en aceptar que la princesa los acompañara, ya que en vista de la situación, más parecía que ellos la acompañaban a ella. -"Bien, esta decidido, que Lurar nos guíe"- exclamo Zelkova, mas para darse valor a si mismo que a los demás, y seguido de cerca por Asta, y luego el resto, el grupo se interno en los oscuros recovecos de la selva de Khor, sin conocer que les deparaba el futuro . . .