viernes, 22 de febrero de 2008

Capitulo 6 -Combate a media noche, Parte I-

El diario del viajero -Bah Shing Ze, 6 de septiembre del 923 P.G. -

Asta había perdido ya la paciencia. Zelkova había salido "a dar un paseo" hacia mas de 3 horas ya, y aun no mostraba señales de volver. Y eso a pesar que Asta le advirtió que no se demorara, ya que la cena en la posada era a las 10 en punto. En esos momentos, ella pensaba en cual seria el castigo mas apropiado para su joven protegido, mientras se vestía con sus túnicas de ángel, tomaba sus pertenencias, y se alistaba para salir. Pero el escándalo que se escuchaba en la calle interrumpió sus pensamientos, una chica gritando, sonidos de golpe de espadas, y . . . ¿era esa la voz de Zelkova? Los oídos de la muchacha rara vez la engañaban, por lo que de un salto se poso sobre su ventana, y vio lo que ocurría, ¡un hombre vestido de negro desenvainó un alfanje, y se proponía asesinar a la princesa germana! Pero no si la intrépida Astaroshe Aslan tenía algo que decir al respecto. Calculo el viento, y con la oscuridad de la noche como aliada, desenvaino sus katares, lista para saltar sobre aquel hombre misterioso, y acabar con el al instante. Pero entonces lo oyó, un silbido tan agudo y potente, que la hizo tambalearse en la ventana, perdió el equilibrio, y finalmente cayo al suelo, desafortunadamente para ella, con el rostro. Y así termino su ataque sorpresa.

Zelkova no podía creer a sus ojos. La sangre se esparció como una lluvia por toda la calle, manchando la ropa de la princesa, la del asesino, la suya propia, y también, la de Phantas-Moon. La protectora de la princesa yacía en el suelo, de rodillas, con un profundo corte a lo ancho de toda su espalda, y su tunica desgarrada. La joven Mirielle observaba la escena, horrorizada, tanto por el intento de homicidio, como por ver a su guardiana y mejor amiga, desangrándose. Zelkova también estaba atónito, ya que no había visto ni sentido la presencia de Phantas-Moon, pero a diferencia de la princesa, el era un guerrero, y estaba mucho mas acostumbrado a los combates y la sangre. En cuestión de segundos se interpuso entre el hombre de negro y la princesa, tomo posición de combate, y se preparo a defender a la muchacha, hasta la muerte. Pero una vez mas el hombre de negro estaba un paso por delante.
Antes que Zelkova lo notara, seis sujetos igualmente vestidos al asesino lo rodearon. ¿Que chances podía tener el en un siete contra uno? A los angeles poco les importan los números en las batallas, y aunque Zelkova no era la excepción, esta vez si parecían relevantes. El hombre que había asestado el primer golpe desenvaino otro alfanje, y el que estaba exactamente detrás de Zelkova hizo lo mismo.
-"Hay no . . . estilo de espadas gemelas, como lo detesto"- bufo Zelkova. De todos los combatientes, el de armas gemelas era el mas molesto, irritante, y desesperante que Zelkova había enfrentado, y ahora eran dos. Sin pronunciar una sola palabra los dos hombres se lanzaron contra Zelkova, mientras sus otros compañeros desenvainaban katanas, y se preparaban para darle el golpe de gracia a la princesa, Phantas-Moon, y a Asta.
Y así como el destino se había burlado de Zelkova durante todo el día, esta vez la caprichosa dama de los Seiren decidió sonreírle. Se escucho un silbido en el aire, pero diferente al que había usado el asesino. Al instante, uno de los hombres con alfanjes gemelos cayó al piso, muerto. Supongo que eso es natural. Cualquiera moriría si una flecha le atravesara el corazón de lado a lado.
Zelkova y los hombres que aun estaban con vida giraron sus cabezas, y ahí estaba, imponente y arrogante, arco en mano, Ludovic Borbón, Capitán de Germania. Uno de los hombres yacía muerto, y aunque ver a Ludovic aliviaba a Zelkova, el combate aun era seis contra dos, y creo que todos sabemos lo que eso significa.

Erstin y su grupo aun corrían a toda marcha, Erstin persiguiendo al insolente rufián humano, y Sanada, Li y Shenay persiguiendo a Erstin. Aunque la muchacha estaba muy molesta por lo ocurrido, comenzó a atar cabos rápidamente. La prisa de un soldado germano de alto rango, la visita de una importante miembro de la familia real de Windam, el silbido que sus compañeros no pudieron oír en medio de la noche, y los sonidos de combate que había comenzado a oír desde hacia medio minuto atrás, todo conducía a una sola respuesta. Había un combate adelante, y probablemente, la princesa estaba envuelta en el. Este no era particularmente un asunto de Erstin, pero ella era una otome, o al menos lo seria en el futuro, y no podía permitir el asesinato de una jovencita, sobre todo el de una que creara un conflicto bélico entre Germania y Shuan.
Todos sus compañeros eran rápidos, y aunque Shenay y Li eran dos monjes, Erstin era por mucho mas rápida que ellos, y no tarde mas de medio minuto en llegar a la escena.

Ludovic comprendió al instante que su ataque sorpresa había tenido éxito, pero también que no podría hacerle frente a tres oponentes armados con katanas, defendiéndose con un arco. Con dos movimientos de sus muñecas tiro el arco al suelo, tomo su escudo y desenvaino su espada. El, que había luchado mil batallas y salido victorioso de ellas, que había enfrentado humanos, bestias e incluso demonios, y los había enviado de vuelta al infierno, el que se erguía orgulloso como la espada de su emperador, ahora veía como lo habían acorralado como a un animal, y entonces abandonó toda esperanza de sobrevivir. Pero la princesa dependía de el, y aun si Zelkova y el debían caer, si la muchacha lograba sobrevivir, Ludovic podía morir satisfecho. Rendirse no era una opción.
Pero así como el sol en el horizonte espanta la oscuridad y trae nuevas esperanzas, el curso de la batalla estaba a punto de cambiar otra vez, con la llegada de nuevos amigos.
Los tres hombres con katana se lanzaron contra Ludovic, atacándolo por sus flancos, y el frente. Al instante, de uno de ellos broto sangre como un manantial, y el hombre retrocedió espantado. Detrás de el, apareció Asta, con su katar bañado en sangre. Los ataques por sorpresa parecían su especialidad. Y Phantas-Moon, herida y todo como estaba, se levanto, encendió su aura, tomo su báculo y los asesinos retrocedieron. Ninguno de ellos estaba lo suficientemente loco como para atacar a la Luna Plateada del Este, aunque ésta estuviera herida.

El grupo de Li había alcanzado a Erstin, y ahora contemplaban la batalla. La princesa estaba en el medio, pero no sabían quien peleaba contra quien. ¿Quien defendía a la muchacha? Li pudo reconocer al menos a los angeles en ese combate. El artemarcialista era el mismo que había visto esa tarde, y por quien había sentido repulsión. No lo complacía ayudar a ese sujeto en lo absoluto. A su derecha estaba la otra mujer que había visto con la princesa, quien a pesar de estar cubierta de sangre, rivalizaba en belleza con Erstin. Los otros dos eran fácilmente reconocibles: uno era el hombre que había empujado a Erstin al suelo, y la otra era Phantas-moon. Aun en estas lejanas tierras, Li había oído hablar de la princesa de los werefox, la gran Luna Plateada del Este.
No había tiempo para pensarlo mucho, por lo que Li se lanzo a la carga, y rogó por que Meistos guiara sus puños en la dirección correcta. Y tan rápido como decir "contraataque", Erstin, Sanada y Shenay rodearon a los atacantes, quienes ahora se veían en inferioridad numérica.
De pronto una sombra oscureció todo el lugar, y la luna desapareció en la noche. Un escalofrío recorrió el cuerpo de cada uno de ellos, y supieron que el mal se acercaba. Un hombre con vestimentas de color negro, rojo y violeta hacia su aparición de entre las sombras, flotando sobre todos ellos.
Sin dudar, Phantas-Moon levanto vuelo, y se dirigió de frente contra el nuevo enemigo . . .

No hay comentarios: